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Los duendes de Santa Eulària

Ibiza es misteriosa y sobre todo supersticiosa. Envuelta en la magia mediterránea, abundan las supersticiones y las leyendas, y si algo no falta en la pequeña isla, son numerosas leyendas y personajes que para el ibicenco son reales, aunque no puedas verlo a simple vista.

Uno de los mayores exponentes de la magia son unos elfos que en Ibiza llaman “fameliars”, al menos en el folklore, y de estos, los más famosos son los de Santa Eulària. Estos duendes son criaturas pequeñas y extrañas que viven en zonas húmedas y especialmente debajo del puente de piedra del río Santa Eulària.

El puente de Santa Eulària

Un puente que se dice, fue construido por el diablo en la noche de San Juan (del 23 al 24 de Junio) donde, esa misma noche y sólo por unos instantes, si tienes mucho ojo, puedes encontrar una hierba “grass des fameliar” que, si la coges y la metes rápidamente en una botella de color negro, en poco tiempo uno de estos elfos aparece en su interior, convirtiéndote en su amo y teniendo su magia a tu servicio.

Los «fameliars»

A este “fameliar” o duende debes procurar mantenerlo entretenido, dándole tareas a realizar  o dándole comida, ojo que, aunque pequeños, pueden dejarte seca la alacena.

El control de estas criaturas es un arma de doble filo, pues lo mismo te ayudan que te llenan de mala suerte. Los “fameliars”, aunque algo traviesos, no son malos, aunque eso sí a veces tienen mal carácter. No son muy agraciados estéticamente, por no decir que son feos, con una gran nariz y unos brazos de tamaño desproporcionado a su cuerpo pequeño (caben en un vaso, una botella o una jarra), cuerpo pequeño de una fuerza inmensa que no se espera de algo tan diminuto.

Llevarlos contigo es sencillo, pero debes saber como imponerte y que hagan tu voluntad. Lo normal es que llenándolos de trabajo, alimentándolos bien y transportándolos en una botella, no te den ningún dolor de cabeza. Para meterlos en la botella cuando están fuera de control debes ayudarte de una rama de olivo de las bendecidas en Domingo de Ramos, rezando una oración especial.

Leyendas de los duendes de Santa Eulària

Existen muchas historias en Ibiza sobre anécdotas con los “fameliars”:

La esposa que cuando su marido, amo del “fameliar”, se iba de viaje, aprovechaba para sacarlo, y que al perder el control de este, generaba el caos hasta que su marido volvía.

O la historia de un pescador que se fue a faenar con su “fameliar” y de vuelta, cuando unos ladrones quisieron quitarle el pescado, pidió al duende que los tirara por la borda y así ocurrió, no dejando al elfo nunca más en casa.

O la historia de una bella joven que puso a dos hombres, uno rico y uno pobre, a competir por su amor, construyendo una casa para ella en el menor tiempo posible. El joven pobre usó a su “fameliar” que le construyó una casa en tiempo récord y contrajo nupcias con ella, pero la casa se llenó de mala suerte y tuvieron que abandonarla para siempre.

¿Por qué hay «fameliars»?

Cuenta la leyenda que en la antigüedad el alcalde necesitaba construir un puente para atravesar el rio Santa Eulària en Ibiza con la carga de los molinos harineros. No había dinero para el puente y era algo de primera necesidad para la supervivencia del pueblo, por ello el alcalde no podía dormir.

Una noche se le apareció un hombre que le ofreció construir el puente con solo una condición: que le entregara el alma del primero que cruzara el puente una vez construido. El alcalde aceptó y el hombre, que muchos dicen que era el mismo diablo, creó el puente en la noche de San Juan, y una vez estaba el puente en pie y se disponían a inaugurarlo, el alcalde hizo que el primero en cruzar el puente fuera un gato que soltó con mucha astucia para que así fuera. El diablo se enfadó mucho y cuando se disponía a destruir lo creado, el párroco que estaba allí para la inauguración, bendijo rápidamente el puente con agua bendita evitando así su destrucción.

Desde ese momento el puente está en pie pero lleno de magia y poder, el mejor lugar para que surja la hierba especial para traer un duende “fameliar” a tu vida.