Ya sea que creas en el misticismo o no, el tamaño de Es Vedrà definitivamente te impresionará. Esta pequeña isla rocosa en el lado suroeste de Ibiza es parte de la reserva natural de Cala d’Hort, ubicada en Sant Josep de Sa Talaia.
Esta roca colosal, que tiene 382 metros de altura, está deshabitada. ¿Por qué? Las cabras que solían vivir allí fueron asesinadas intencionadamente en 2016 porque, como explicó el gobierno más tarde, estaban comiendo y destruyendo toda la flora y fauna endémicas.
Aparte de este hecho aleatorio, la isla es conocida por ser enérgica, y es conocida como el «tercer punto más magnético en la Tierra» después del Polo Norte y Las Bermudas.
La verdad es que Es Vedrà está hecha de piedra caliza, por lo que no hay metales magnéticos allí, pero incluso sin haber evidencia que demuestre que es una fuerza de atracción, han habido muchos informes de instrumentos de navegación afectados al acercarse al área o penetrando en el misterioso triángulo del silencio, ubicado en los vértices que forman Es Vedrà, la costa suroeste de Mallorca y el peñón de Ifach (Alicante). Incluso la desorientación de las palomas al pasar por esta zona está certificada por sus criadores, quienes aseguran que son incapaces de regresar al palomar.
También es un espectáculo famoso por los avistamientos de OVNIs. Muchos pescadores afirman haber escuchado ruidos extraños y visto luces subacuáticas justo debajo de Es Vedrà. Si deseas leer más al respecto, prepárate unas palomitas y consulta la información sobre el incidente OVNI del caso Manises que supuso el primer aterrizaje forzoso por este motivo en la aviación comercial española.
Más allá de la presencia de extraterrestres, es seguro, un punto de encuentro especial para las personas espirituales que vienen a conectarse con la energía curativa de este lugar y a celebrar eventos de meditación. La sensación que tienes cuando estás allí es algo indescriptible, así que mi mejor recomendación es ir y sacar tus propias conclusiones. Las vistas del paisaje son increíbles… Puedes ver el horizonte curvo, los majestuosos acantilados y, si tienes suerte, una familia de delfines nadando al otro lado del mar.
Puedes hacer un viaje en barco para ver la magia desde la distancia, practicar esnórquel en las aguas azules o escalar hasta la Torre des Savinar y contemplar la grandiosidad del lugar.
Si esto te parece demasiado aventurero, pero aún quieres ver Es Vedrà, visita Cala d’Hort, disfruta de la playa y de las vistas de esta roca mágica desde la orilla o desde los restaurantes de la playa. !Seguro que no te dejará indiferente!